lunes, 28 de noviembre de 2011

CONTAMINACION DEL AIRE

EFECTO INVERNADERO
El efecto invernadero resulta de que el aire es (muy) transparente para la radiación de onda corta y (muy) opaco a la de onda larga. O sea que la atmósfera es un filtro radiactivo, que deja pasar los rayos solares; unos de ellos son absorbidos por la superficie terrestre (y por los demás componentes de la Tierra), que se calienta(n) en consecuencia y entonces emite la radiación terrestre, que es detenida (absorbida) por la atmósfera y las nubes. Las capas atmosféricas (y las nubes) van sucesivamente absorbiendo, calentándose y reemitiendo (hacia arriba y hacia abajo) radiación térmica procedente de abajo. El resultado de este complejo mecanismo es sencillo: la atmósfera superficial es cálida y se va enfriando conforme uno asciende a través de ella. En realidad, el complejo dispositivo esbozado se complica más por mecanismos termodinámicos no radiacionales. En primer lugar, la convección atmosférica, consistente en que el aire inferior, al calentarse por el contacto directo con la superficie y por la radiación procedente de ella, se dilata, aligera y sube, al tiempo que las porciones frías (superiores) descienden, en un proceso continuo de mezcla vertical. En segundo lugar está el mecanismo de cambio de fase del agua, consistente en que el aire ascendente se enfría (principalmente porque la densidad y la presión de la atmósfera disminuyen con la altura) y entonces el vapor de agua contenido en él se condensa, pasando de la fase gaseosa a la líquida. Este proceso libera calor. De cualquier modo, el resultado neto es el ya mencionado: la temperatura disminuye con la altura. Es decir, aunque en última instancia el Sol es la fuente original de la energía térmica (o calor) contenida(o) en la atmósfera, ésta no se calienta por arriba sino desde abajo. Por supuesto, y debido al albedo planetario, no toda la radiación solar incidente es absorbida por la Tierra; una porción considerable es reflejada (y devuelta) hacia el espacio exterior. Tampoco toda la radiación terrestre es atrapada por la atmósfera (y las nubes); una parte se fuga (también) hacia el espacio. El EI es producido por la fracción absorbida de ambas radiaciones 




EMISIONES HISTÓRICAS POR PAÍS

El total de carbono emitido en el siglo pasado a partir de la quema de combustibles fósiles fue de 261,233 millones de toneladas, en las que 19 países contribuyeron con 82.8% de las emisiones, y el resto del mundo contribuyó con el 17.2%.
México emitió 2,627 millones de toneladas de carbono que corresponden al 1% de las emisiones totales durante el período considerado (1900-2000), ubicándose en la posición número 15, junto con la ahora República Checa y Bélgica cuyas emisiones fueron similares (ver el capítulo Los gases de efecto invernadero y sus emisiones en México, de L. G. Ruiz y X. Cruz, en esta sección).



Fuentes: Marlan et al. 2003; IEA-OECD 2002.

EMISIONES ACTUALES POR REGIÓN

Para observar la contribución de los países a las emisiones en el año 2000, expresadas en términos de carbono, se ha tomado la distribución regional de los países, como se muestra en la gráfica 9. Esta distribución clasifica a los países en nueve regiones, las cuales en su conjunto emitieron 6,388 millones de toneladas de carbono.



En las nueve regiones consideradas existen ciertos países que tienen mayor contribución; tal es el caso de Estados Unidos, que aporta 92.6% de la región de Norteamérica. En Asia, China aporta 92.6% de las emisiones de esta región y es el principal productor de carbón y cemento en el mundo. En Europa del Este influyen Rusia y Ucrania. En el Lejano Oriente 56.5% de las emisiones de la región son aportadas por la India y Corea del Sur, en tanto que Indonesia, Taiwán, Tailandia, Pakistán, Malasia, Singapur y Filipinas contribuyen con 40% (Marlan et.al. 2003).
En Europa Occidental dominan Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y España, los cuales contribuyen con 74% de las emisiones de la región. Alemania es el segundo país importador de gas natural y el cuarto de crudo. En Oceanía, Japón y Australia contribuyen con 97% de las emisiones. Japón es el principal país importador de carbón y gas licuado en el mundo, el segundo de crudo y el tercero de gas natural.
En la región de Centro y Sudamérica, México y Brasil contribuyen con 51.6% de las emisiones; México contribuye con 98 de las 359 millones de toneladas de carbono que se emiten en la región. Otros países que emiten más de 10 millones de toneladas de carbono son: Venezuela (34.3), Argentina (37.6), Colombia (17.4) y Chile (17.1).
El índice de emisión promedio de la región es inferior a 0.75 toneladas de carbono por habitante por año, y de 1.1 toneladas por habitante por año para México y Chile, de 1.0 para Argentina, en tanto que para Brasil es de 0.5 toneladas de carbono por habitante por año (Marlan et al., 2003).
En Medio Oriente Arabia Saudita, Irán y Turquía, aportan el 62% de las 339 millones de toneladas de emisiones de carbono estimadas. En tanto que África está dominada por Sudáfrica, que contribuye con 42% de las emisiones, y otro 37% de las mismas es aportado por Egipto, Nigeria, Libia y Algeria. El índice de emisión promedio tiene un valor menor a 0.1 toneladas de carbono por habitante por año para 31 de las 54 naciones africanas, siendo superior en Libia con 2.26, Sudáfrica con 2.12, y Santa Elena con 1.17 (Marlan et al. 2003).

EMISIONES ACTUALES POR PAÍS

En la gráfica 10 se presentan los 15 países con mayores emisiones de carbono provenientes del uso de combustibles fósiles durante el año 2000. Como puede observarse, el orden de los países cambia en relación con su registro histórico, a excepción de Estados Unidos, que ocupa el primer lugar con 24.19% de las emisiones, seguido por China con 12.79%, Rusia con 6.43%, y Japón con 4.93% (IEA-OECD 2002).
También se puede observar que países como República Checa, Países Bajos y Bélgica ya no aparecen en esta segunda clasificación, como sucede en las emisiones históricas debido a que existen países como Corea del Sur y Brasil; cuyas emisiones actuales están por arriba de las emisiones de los tres primeros países mencionados (Marlan et al. 2003, IEA-OECD 2002).


PRINCIPAL FUENTE DE EMISORES DE CONTAMINANTES 

La calidad del aire es un elemento esencial para la salud y bienestar humano y de los ecosistemas. Diversos fenómenos naturales, tales como el vulcanismo y los incendios forestales o la erosión ocasionada por el viento, alteran dicha calidad al introducir un variado número de contaminantes. Pero la dimensión de esta contribución a la contaminación severa del aire que caracteriza, sobre todo, a las áreas urbanas altamente industrializadas y con una gran densidad vehicular, es menor en general comparada con la contribución de las actividades humanas, ya sean domésticas, industriales, agrícolas o de otra índole.
Más aún, este tipo de contaminación ha mostrado no tener fronteras, en forma tal que los contaminantes generados en un país pueden tener impactos indeseables en los países vecinos, e incluso, contribuir al deterioro de la capa de ozono que protege a la Tierra de la radiación ultravioleta solar, o bien provocar el denominado efecto de invernadero que está ocasionando el calentamiento del planeta. Esto último muestra las implicaciones internacionales del problema y explica el porqué se han suscrito convenios multinacionales tendentes a prevenir, reducir y controlar las emisiones que ocasionan tales fenómenos de carácter global. Es en virtud de lo expuesto, que dentro del marco del desarrollo sustentable, se considera clave:
•  La ejecución de los programas destinados a cumplir con los compromisos internacionales destinados a limitar las emisiones contaminantes a cantidades y en plazos determinados.
•  El monitoreo y el control de la contaminación fotoquímica.
•  La administración local de la calidad del aire, en particular en las áreas urbanas, con la contribución de la industria, el transporte, las autoridades locales y el público general.
Con el fin de evaluar el logro de las metas fijadas y determinar el desempeño de la administración de la calidad del aire, se han establecido internacionalmente sistemas de información que permiten contar con indicadores útiles para tales fines, entre ellos se encuentran:
  1. La estimación del volumen anual de emisiones de los principales contaminantes del aire, generados por fuentes móviles (vehículos automotores, principalmente) y fijas (centrales eléctricas, combustión industrial, procesos industriales, combustión no industrial y uso de solventes, entre otros).
  2. Las tendencias de la calidad del aire, en términos de concentración de bióxido de azufre (SO 2 ), bióxido de nitrógeno (NO 2 ), partículas suspendidas, ozono y plomo (Pb), a nivel nacional, en áreas urbanas y en estaciones localizadas en lugares en los que se pueda determinar las concentraciones "de fondo".
  3. La intensidad de las precipitaciones ácidas.
  4. Emisiones de metano (CH 4 ) por:
•  Agricultura (arrozales, cría de ganado).
•  Producción y almacenamiento de energía (explotación minera, gas natural).
•  Desechos sólidos (confinados)
•  plantas de tratamiento de aguas residuales. 


OZONO, SU FORMACION EN LA ATMOSFERA COMO RESULTADO DE LA FORMACION DE LA COMBUSTION DE HIDROCARBUROS Y EFECTO SOBRE LA SALUD.

El ozono es el componente más conocido de la contaminación atmosférica en la capital del país. En la cuenca del Valle de México (que incluye el área metropolitana del Distrito Federal y la de municipios conurbanos del Estado de México), el nivel de ozono más alto es casi dos veces mayor que lo establecido por la norma federal.  
 La mayor parte de la información sobre los efectos del ozono en salud, que se ofrece en este documento, está basada en la revisión de la literatura mundial, así como de los estudios realizados en México. No existe consenso sobre el significado de los efectos en salud que se han reportado durante la exposición al ozono a corto plazo (una a dos horas), debido a que parecen disminuir al cabo de pocas horas, una vez que finaliza la exposición y los parámetros evaluados regresan a sus valores iniciales. El grupo de Castillejos y colaboradores en un estudio realizado en el sur de la Ciudad de México, que incluyó escolares de 7 a 9 años de edad, encontraron que después de la exposición aguda al ozono, la función respiratoria disminuía en un 5%, y posteriormente esta deficiencia desaparecía. Algunos grupos interpretan este hecho como evidencia de que ciertos efectos en la salud desaparecen rápidamente y no se deben considerar como adversos. Sin embargo, a algunos investigadores médicos les preocupa que el ozono pueda causar lesiones permanentes después de exposiciones repetidas a concentraciones elevadas de ozono por periodos prolongados y sobre todo, durante el periodo de crecimiento de los niños.

El ozono (O3) no es emitido a la atmósfera a partir de una fuente directa identificable; se forma en el aire, cuando los hidrocarburos y óxidos de nitrógeno reaccionan bajo la luz del sol. Estos últimos, se originan de fuentes tan variadas como: vehículos de motor, refinamiento y comercialización de combustibles, tanques de almacenamiento de gasolina, productos para el hogar, industria química, superficies pintadas e industrias de impresión y de lavado en seco.
Las emisiones provenientes de vehículos, pinturas, artículos de limpieza para el hogar, evaporación de gas durante la reposición de cilindros domésticos y comerciales, y operaciones industriales que involucran pintura en aerosol y quema de combustibles fósiles, todo ello agrava el problema del ozono.




LA FORMACION NATURAL DEL OZONO 
Es un gas que se forma en la atmosfera cuando se combinan 3 átomos de oxígeno; se caracteriza además por ser incoloro, con un olor particular, y por poseer la capacidad de oxidar materiales. La cual tiene una capa que ayuda a protegernos de los rayos ultravioleta. 


LA LLUVIA ACIDA

La lluvia ácida es una forma de contaminación ácida, que hace referencia a la caída (deposición) de ácidos presentes en la atmósfera a través de la lluvia, niebla y nieve (también conocida como deposición húmeda).
Los principales precursores de los ácidos, son los óxidos de azufre (SOx) y los óxidos de nitrógeno (NOx), que son emitidos por las termoeléctricas, los motores de combustión interna de coches y aviones y algunas otras industrias, como producto de la combustión de combustibles que contienen pequeños porcentajes de azufre (S) y nitrógeno (N), como el carbón, gas natural, gas oil, petróleo, etc.
Los ácidos, principalmente ácido sulfúrico y ácido nítrico, se disuelven en las gotas de agua que forman las nubes y en las propias gotas de agua de lluvia, depositándose en el suelo. Ambos ácidos se originan en la atmósfera al reaccionar el trióxido de azufre (SO3) y el dióxido de nitrógeno (NO2) con agua, oxígeno y otras sustancias químicas presentes. En presencia de luz solar aumenta la velocidad de la mayoría de estas reacciones.
Existe también otra forma de contaminación ácida conocida como deposición seca, y hace referencia a gases y partículas ácidos que son arrastrados por el viento, chocando contra edificios, coches, casas y árboles. Otra vía de arrastre son las lluvias fuertes. En este caso las sustancias ácidas se incorporan a la lluvia ácida, lo que contribuye a aumentar su acidez.
Aproximadamente la mitad de las sustancias ácidas en la atmósfera caen al suelo por procesos de deposición seca.

Los efectos ocasionados por el agua ácida dependerán de diversos factores, como el grado de acidez del agua, la composición química del suelo y su capacidad de "amortiguación" (buffering), así como de las características de los organismos vivos afectados.
La deposición ácida contribuye a la reducción del pH en ecosistemas terrestres y acuáticos y permite la movilización de metales tóxicos, especialmente del aluminio. Esto ocasiona una variedad de efectos, como son daños a bosques y suelos, peces y otros seres vivos, materiales de construcción y a la salud humana. Asimismo, la lluvia ácida actúa reduciendo la visibilidad.
·         En los bosques, la lluvia ácida produce daños al descomponer los nutrientes del suelo, dificultando el crecimiento natural de los árboles. El daño se puede extender a los pastos de las praderas, perjudicando al ganado, y a los lagos, pudiendo ocasionar la muerte de gran cantidad de peces.
·         Los efectos de la lluvia ácida en el suelo pueden verse incrementados en bosques de zonas de alta montaña, donde la niebla contribuye a aportar cantidades importantes de los contaminantes ácidos.
·         La lluvia ácida contribuye a la degradación de los materiales de construcción y artísticos (mal de piedra) y la corrosión metálica. Los monumentos y edificios son sensibles a la acción de la lluvia ácida. Muchas ruinas han desaparecido o están por de hacerlo, a causa de este factor.
·         El daño que produce a las personas es principalmente indirecto, mediante el consumo de peces y agua potable contaminados por la lluvia ácida.





TIPOS DE CONTAMINANTES EN LA ZONA METROPOLITANA
México ha sido un país con un modelo de desarrollo centralizado; a partir de la década de los años cuarenta y hasta principios de los ochenta, el paradigma se orientó por el crecimiento y el progreso: con la industrialización y la urbanización como estrategias fundamentales, que tienen como su máxima expresión a la enorme y compleja ZMVM y muy específicamente a la Ciudad de México. Esta gran urbe ha llegado a concentrar el 25% de la población del país y el 45% del la actividad industrial nacional, genera el 38% del producto nacional bruto; en ella se localizan casi todas las oficinas de gobierno federal, centros de negocios nacionales e internacionales, de las actividades culturales, las principales universidades y los institutos de investigación. Todo ello a costa de la transformación vertiginosa y desordenada del entorno natural, sin considerar las características de la Cuenca de México, los ritmos de recuperación de los recursos naturales y los flujos de energía necesarios para mantener los asentamientos humanos de tal magnitud; esta urbe es un gran consumidor e importador de insumos y energía, que se empeña en subsistir bajo una lógica totalmente in sustentable.





 Zona Metropolitana del Valle de México

No hay duda de que la ciudad de México y sus alrededores representan una zona crítica. Uno de sus problemas principales es la emisión de contaminantes que asciende a poco menos de cinco millones de toneladas anuales; 570 mil provienen de la industria; cuatro millones de toneladas son causadas por fuentes móviles y el resto corresponde a fenómenos naturales.

Se estima que en la ZMVM circulan casi tres millones de vehículos automotores, mismos que contribuyen con 80 por ciento al total de la contaminación; principalmente, emiten monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, bióxido de azufre, hidrocarburos no quemados y partículas.

En relación con las fuentes fijas, se estima en más de 30 mil el número de instalaciones industriales y de servicios; la mayor parte de ellas se localiza en el norte y noroeste de la zona. Las emisiones principales provienen de las industrias: química, fundición del hierro y acero, textil, de minerales no metálicos, hulera, papelera, alimenticia, vidriera, de plásticos, metalmecánica, de asfalto, de grasas y aceites, y cementera. Destacan la refinería y las termoeléctricas, que aportan el 37 por ciento del total de contaminantes provenientes de fuentes fijas. Los establecimientos de servicios utilizan en forma importante calderas, quemadores e incineradores y hornos que liberan a la atmósfera bióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono y partículas.






NORMAS AMBIENTALES

Como resultado del proceso de reformas a los artículos 27 y 73 Constitucionales, se abrió el cause a una nueva legislación denominada Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, publicada en el Diario Oficial de la Federación del 28 de enero de 1988, y sus modificaciones del 13 de diciembre de 1996. De la exposición de motivos de dicha reforma se destacan los siguientes propósitos:
. Establecer un proceso de descentralización ordenado, efectivo y gradual de la administración, ejecución y vigilancia ambiental a favor de las autoridades locales.
. Ampliar los márgenes legales de participación ciudadana en la gestión ambiental, a través de mecanismos como la denuncia popular, el acceso a la información ambiental y la posibilidad de impugnar por medios jurídicos los actos que dañen al ambiente en contravención de la normatividad vigente.
. Reducir los márgenes de discrecionalidad de la autoridad, a fin de ampliar la seguridad jurídica de la ciudadanía en materia ambiental.
. Incorporar instrumentos económicos de gestión ambiental, al igual que figuras jurídicas de cumplimiento voluntario de la ley, como las auditorías ambientales.
. Fortalecer y enriquecer los instrumentos de política ambiental para que cumplan eficazmente con su finalidad.
. Incorporar definiciones de conceptos hoy considerados fundamentales como los de sustentabilidad y biodiversidad, a fin de aplicarlos en las distintas acciones reguladas por el propio ordenamiento.
. Asegurar la congruencia de la LGEEPA con las leyes sobre normalización, procedimientos administrativos y organización de la Administración Pública Federal.
Para el logro de tales propósitos la reforma se enfocó en los siguientes rubros:
Distribución de competencias; instrumentos de política ambiental; biodiversidad; contaminación ambiental; participación social e información ambiental; responsabilidades, procedimientos administrativos y sanciones, y denuncia popular.
En el mismo Diario Oficial de la Federación del 13 de diciembre de 1996 se publicó la reforma al Código Penal Federal para incluir el Título vigésimo quinto, Capítulo único “Delitos ambientales”.
En una reforma más o menos reciente de los artículos 4º quinto párrafo y 25 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se ve materializado en el primero la garantía de que toda persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar, mientras que en el segundo se incorpora el concepto de sustentable , con lo cual se establece la base constitucional del desarrollo sustentable en nuestro país ( D.O.F . 28 de junio de 1999).
De igual forma en el Diario Oficial de la Federación del 23 de diciembre del mismo año se publicó la reforma al artículo 115 Constitucional que otorga a los municipios la prestación de las funciones y servicios de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento; disposición de sus aguas residuales y limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos, entre otras y la facultad de participar en la creación y administración de zonas de reservas ecológicas y en la elaboración y aplicación de programas de ordenamiento en esta materia, así como celebrar convenios para la administración y custodia de las zonas federales. 

Referencias

CONAP
PCN
FUNAM
CIMA
AMIGOS DE LA TIERRA





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